Partiendo de una serie de consideraciones sobre el feminismo judío norteamericano, se centra en la actividad musical de Consuelo Luz, a quien la autora del artículo entrevistó en 2008 en Santa Fe (Nuevo México, Estados Unidos).
Consuelo Luz fue educada como católica en una familia que se considera criptojudía y abrazó el judaísmo en su edad adulta. Es cantora en la comunidad sefardí, donde las canciones que canta son una combinación de cantos tradicionales sefardíes en ladino y poemas de composición propia en inglés. La autora del artículo analiza cómo por esos medios Consuelo Luz ha llegado a construir su propia identidad como mujer y como criptojudía.